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Por Berdhanya. Sacado del libro Derechos Internos.
La vida es delicada y sofisticada. Es lenta en comparación con la velocidad de la mente y sus deseos irreales que exigen ser satisfechos inmediatamente. La vida da sólo lo que somos capaces de manejar y de entender. Cuando empujamos la vida con expectativas o formas poco realistas, creamos un espacio interior que es incapaz de digerir todos los detalles de nuestras lecciones.
Por ejemplo, cuando éramos jóvenes, estábamos expuestos a las expectativas sutiles de nuestros padres, la presión del mundo dualista y las lecciones de la vida.
Nuestro cuerpo y mente son sensibles. Necesitamos tiempo para digerir la realidad concreta y la partes más sutil de las realidades. La falta de educación adecuada, demasiada información o falta de descanso nos impide digerir nuestras lecciones conscientemente.
Las partes que no digerimos cuando somos niños las ponemos en un cuartico de espera. Las empujamos de nuevo a la mente subconsciente y las olvidamos. Las fuerzas inconclusas de estas lecciones permanecen invisibles para la mente consciente, pero asumen un papel muy activo en la formación de nuestra realidad subconsciente. Esa parte oculta de nosotros, nuestra sombra de la personalidad, es más poderosa de lo que puedes imaginar! Te sorprenderías al darte cuenta de que la mayoría de las manifestaciones de tu vida provienen de la represión de la culpa, la vergüenza y el miedo. La personalidad sombra emana las fuerzas que moldean la realidad concreta y forma con la vitalidad una tormenta que quiere y necesita ser reconocida y digerida.
La personalidad sombra está siempre en juego y refuerza nuestros sistemas de creencias. Se siente como un trauma o un drama interno que inconscientemente queremos.
No es raro encontrar este tipo de dualidad en el segundo chakra. Por ejemplo, trabajé con una joven adolescente que no tenía su período durante un par de meses. Cuando miré en lo invisible, vi que su chakra no estaba desarrollado; era como la de una niña.
Le pregunté si había sido abusada o había sufrido un trauma. No era consciente de ningún trauma particular en su niñez; Sin embargo, mientras seguíamos hablando, mencionó que su familia era muy estricta y protectora de su sensualidad.
Ella también mencionó que aunque no se habló realmente, ella podía sentir que no estaba bien alimentar la fuerza vital en su segundo chakra. Ella se convirtió en una persona tímida y creó un gran apego a un tipo de persona que tiene que ser privada, secreta y perfecta. Por otro lado, también estaba reprimiendo una gran vitalidad de la vida. Ella era consciente de sus deseos sexuales, quería expresarlos, pero el fantasma de la personalidad sombra perseguía la experiencia.
Ella no estaba expresando el 100% de los requisitos de la vida para desarrollar plenamente la capacidad de conexión, el placer y la exhibición de ser mujer. La la personalidad sombra no sólo impedía el desarrollo de su chakra, sino que también manifestaba una persona que creía que su verdadero ser: no podía conectarse. Una serie de creencias e identificaciones comenzaron a formarse alrededor de la personalidad: “No soy bueno”, “hay algo malo conmigo”, “tengo que actuar perfectamente en el trabajo para ser apreciado y ser capaz de conectar”. Este sistema de creencias formó su realidad. Ella estaba tensa, empujando para ser reconocida con cierto sabor histérico y trabajando demasiado duro para tratar de ser perfecta. Por supuesto, como cualquier acción que viene de esta parte de la persona está lejos de la fuerza de la vida real. Está destinada a ser destructiva y paralizante. Ella permaneció insatisfecha, frustrada y comprometida bajo la identidad de la personalidad sombra.
La personalidad sombra es una poderosa fuerza oculta que proviene de las lecciones inconclusas de nuestra infancia. Esto determina cómo nos ocupamos de las energías sutiles que nos rodean y cómo interpretamos la realidad.
La personalidad sombra es un yo falso cuya existencia misma se basa en los dramas subconscientes y traumas no procesados durante la infancia. Es una separación de la realidad y una desconexión con la totalidad de la vida. La identificación con la personalidad sombra bloquea al ser natural.