[:es]Las leyes del amor humano
Nacemos del amor, vivimos y crecemos gracias al amor, buscamos el amor y anhelamos amor. Para nosotros, el amor es siempre un fenómeno incompleto. Necesitamos entender el principio de la no-completitud para sentirnos en paz y para dejar de pensar acerca de obtener lo inalcanzable.
Vivir en el plano humano nos da pocas reglas y leyes a las que conformar y por las cuales vivir. Hay 3 leyes de las cuales estar conscientes: la ley del cambio, la ley de los opuestos y la ley de la complementación. Cada día es diferente al último, cada día es seguido por la noche y cada noche complementa un ciclo o actividad y relajación. Igualmente, experimentamos amor de la misma manera. Somos atraídos a una fuerza opuesta que nos complementa y esa unión está en constante cambio y fusión.
El doloroso despertar
Tomamos las leyes de la Tierra a la ligera o con ignorancia. Tenemos una muy irreal expectativa acerca de la unión del amor. Conformamos nuestras emociones a influencias externas sin cuestionar los hechos o situaciones. Adoptamos una visión romántica de películas de Disney o fantasías inmaduras acerca del amor, aceptación, fundición, entrega, confianza y estar al servicio del amado. Queremos satisfacer una fuerza complementaria sin aceptar la polaridad, las diferencias y las oposiciones.
Queremos a un hombre sensible, emocional, nutriente, maduro y capaz de comprender nuestra complejidad y ondulaciones emocionales, capaz de entendernos y de estar con nosotras en completa consciencia y profundidad. Seguimos mirando a padres, maestros y compañeros para satisfacer todos estos aspectos. Nos frustramos, lastimamos, manipulamos y nos enojamos si nuestro orgullo no es satisfecho y nuestro control no alcanza los resultados que deseamos.
Entendiendo al opuesto.
Al trabajar con mujeres y parejas he encontrado que la mayoría de los problemas en sus relaciones recaen en el hecho de que ambas partes no conocen la psique básica de su contraparte. Cuando combinas esto con expectativas irreales, crea resentimientos, furia, decepción y un sentido de aislamiento y soledad.
Las mujeres tienen expectativas irreales acerca de los hombres: como deberían amar a las mujeres, su capacidad de amar, y la verdadera manera en la que lo hacen. Las mujeres quieren que los hombres las amen como lo haría otra mujer y los hombres quieren que los amen de una manera estable y consistente. Las mujeres esperan que los hombres las amen de una forma emocional con cualidades femeninas. El hombre, por otra parte, está diseñado para amar y apoyar a una mujer de una manera lineal y racional. Somos realmente el Sol y la Luna, con expectativas de lo opuesto a lo que es. Ningún hombre es capaz de coincidir con nuestras ideas románticas, o tiene la capacidad de satisfacer la lista de requerimientos que le otorgamos.
La mujer necesita y se resiste a la estabilidad.
Por otra parte, en las profundidades del alma de la mujer, hay 3 dinámicas que están ocurriendo.
Las mujeres están cuestionando si 1) este hombre es capaz de quedarse con ella para siempre, 2) si este hombre será un buen padre para sus hijos, y 3) si este hombre es capaz de aportar apoyo financiero para ella y sus hijos. Las mujeres están interesadas en la estabilidad financiera, emocional y el compromiso. También, incluso si lo resistimos, apreciamos cuando los hombres ponen sus fluctuaciones emocionales en perspectiva, cuando no nos acompañan cuesta abajo. El hombre está diseñado para ser estable y verbalizarlo. La mujer lo toma como rechazo, le duele, se resiente y se desvía de la apreciación que es, en realidad, complementaria; es un pedestal para que ella pueda contenerse y ganar perspectiva. Aquellos son los momentos donde las mujeres necesitan aprender ya sea a contactar a otra mujer o tomarse un tiempo para ellas y recuperar su centro.
Lo que los hombres quieren de nosotras.
Nuestro orgullo, obstinación y aferro al control y el obtener lo inalcanzable, nos ciega de ver cuáles son los verdaderos hechos acerca de amar a un hombre, lo que en realidad buscan en nosotras, cuales son y cómo podemos suplirlos con sus necesidades básicas.
El hombre busca principalmente 3 cosas en una mujer:
- Nutrición ( emocional y física)
- Ser representado socialmente
- Contacto
Necesitamos reflexionar profundamente en que exactamente significan y cuáles son nuestras capacidades para darlo.
Cuando pensamos en sustento tenemos la tendencia de ser directos. Por supuesto que la comida es el principal aspecto; una buena taza de té a la hora apropiada puede hacer milagros en cualquier relación. También necesitamos considerar el modo en que nuestra gracia, habla, hogar y sexualidad forman un sustentable paquete para apoyar una suficiente (pero no excesiva) cantidad de sustento para ellos y nosotras.
También necesitamos estar conscientes de nuestra belleza interna y externa; nacemos con atributos divinos de alegría, amor, paz, compasión, entendimiento, amabilidad y la posibilidad de percatarnos de que somos aquello. Nuestra simplicidad y presencia son la belleza que atraerá al hombre con honor y valores que sostendrán nuestro desarrollo espiritual. No intercambies estos valores tuyos por una barata imagen vendida por la televisión. Presenta los valores que deseas complementar, ten el valor y contacta tus relaciones con ese cuadro mental.
El hombre grande y el hombre pequeño
Para poder contactar al hombre apropiadamente, necesitamos comprender y determinar los momentos en donde el suele asumir 2 diferentes posiciones.
Hay una posición en donde él es inseguro, sensible y desorientado. Vendrá a ti buscando esas dulces palabras de apreciación, apoyo y guía. Estos son los momentos donde las exigencias, reflexiones internas y el compartir nuestras emociones no serán escuchadas y los dejará sintiéndose abrumados. Esto puede ser muy decepcionante para nosotras. No queremos ver esa fragilidad, ni tomarnos el tiempo para lidiar con ello. Vemos esa suavidad interna como una impotencia del hombre y como un total desánimo. El exponer esta parte de ellos es sensible y en muchos casos es acompañado por un sentido de pena y vergüenza. El hombre expresa ese lado no muy humildemente, haciendo el proceso de contacto muy difícil. Entiende que el hombre pequeño es inseguro, infantil, irracional, terco y orgulloso. Con esto puedes acceder a tus propias capacidades y compasión para tratar con la situación. Seguramente necesitaras ser abierta, creativa, paciente, de apoyo y de luz.
Por otra parte, necesitamos estar conscientes del “hombre grande”. El hombre grande es el hombre potente. El que cree que puede conquistar al mundo y traértelo. El hombre grande es King Kong, solamente tu bondad, belleza y amor puede conquistarlo. Si compites en oposición o defensa, crearás a un hombre discapacitado, un hombre rencoroso, un hombre impotente y una relación miserable.
Despierta con autovaloración.
Conocer los hechos sobre el amor, tus capacidades y las formas de relación de un hombre, es una oportunidad para que crezcas en la realidad de las maneras de comunicación y conexión hombre-mujer, así como la manera en que comparten. Todo lo que se te pide es responder a los retos de una manera realista y crear en ti una autoestima y autovaloración sólida, incorruptible e innegociable. Esa es la base de tu éxito, tu riqueza y tu felicidad.[:]